Si eres seguidor del blog de CertifiedFirst puede que ya hayas leído que una de las maniobras más «sensibles» para la carrocería de tu coche es la del aparcamiento. No en vano, una encuesta decía que uno de cada diez conductores aparca «al toque». Incluso para algunos es complicado hasta abandonar los parking públicos. Entonces ¿qué te parecen algunos consejos para aparcar correctamente y así preservar la chapa y pintura de tu vehículo?
¿Cómo aparcar bien?
Aparcar bien no es solamente encontrar un hueco y estacionar «a la primera». Para empezar, la observación del tráfico es fundamental para detener tu vehículo sin crear peligro ni entorpecer la circulación. Así, una vez localizado el espacio y señalizada la maniobra, debes evitar la marcha atrás cuando sea posible aunque, en la práctica, casi siempre es necesaria.
Los expertos en formación de conductores aseguran que para aparcar bien es necesario observar y también saber controlar la velocidad (embrague, freno y acelerador) y rectificar con la dirección, sin importar el número de maniobras necesario. De hecho, en los exámenes prácticos, para el estacionamiento solo hay límite de tiempo (dos minutos) no de maniobras.
Cómo aparcar en batería
Aunque algunos conductores para aparcar en batería simplemente entran en la plaza libre hacia adelante porque es más fácil, es recomendable —aunque parezca contradictorio— aparcar marcha atrás, pues luego tendrás más visibilidad y te resultará menos complicado reanudar la marcha, más si estacionas en una vía con mucho tráfico.
Antes de comenzar la maniobra, acciona el intermitente para el lado en el que esté la plaza libre y coloca tu coche en perpendicular a los que están ya aparcados en batería, a una distancia de un metro aproximadamente (lo mismo vale si en lugar de un coche es una pared, columna…). A continuación, sitúa tu parachoques en línea con el lateral del coche aparcado que da al hueco libre.
Después, gira toda la dirección hacia el lado del coche ya aparcado y da marcha atrás con cuidado de que el retrovisor de tu coche no impacte con el del vehículo aparcado. Presta atención también al coche situado al otro lado del hueco y, si es necesario, realiza una última maniobra para dejarlo totalmente en paralelo y, más o menos, a la misma distancia a ambos lados. Esto evitará golpear con las puertas a los otros coches cuando abras y viceversa.
Cómo aparcar en línea
Para aparcar en línea, colócate en paralelo al coche que va a quedar aparcado delante del tuyo —que coincidan tus ruedas traseras con el parachoques del vehículo ya aparcado— a una distancia aproximada de 1 m.
Suponiendo que vayas a aparcar a la derecha, gira toda la dirección hacia ese lado y da marcha atrás hasta que con tu retrovisor izquierdo veas la parte trasera del coche que quedará detrás del tuyo. Entonces, gira toda la dirección a la izquierda y sigue con la marcha atrás para enderezar el coche. Por último, comprueba que el coche está recto y se encuentra más o menos a la misma distancia del coche de delante que del de detrás.
Al aparcar en línea, evita hacerlo detrás de un coche con bola de remolque —si lo haces, deja una distancia suficiente para que no te golpee al marcharse—, ni delante o detrás de un vehículo más alto que el tuyo.
Y, por supuesto, no dejes nunca ninguna rueda subida a la acera (realiza las maniobras necesarias para que todas queden sobre la carretera). Por último, deja la dirección recta, ya que neumáticos, amortiguadores y transmisión sufrirán menos.
Cómo aparcar en oblicuo
Aparcar en oblicuo es el modo más sencillo y también el más rápido, además, no te afectan, ni los accesorios de los otros vehículos, como bolas de remolques, ni tampoco necesitas muchas referencias para maniobrar.
Para comenzar, pon el intermitente hacia el lado al que vayas a aparcar. Si, por ejemplo, aparcas hacia la derecha, cuando tu retrovisor derecho llegue a la altura de la esquina trasera izquierda del coche que quedará a tu derecha, será el momento de girar.
A continuación, gira toda la dirección a la derecha y avanza observando por el retrovisor derecho que no rozas al coche de al lado. Asimismo, vigila que no rozas con la esquina delantera izquierda de tu coche al que quedará a tu izquierda.
En la medida de lo posible, deja el mismo hueco a ambos lados. Así habrá menos probabilidades de que te golpeen al abrir las puertas. También, cuidado con golpear ruedas, faldones… contra el bordillo si lo hay.
Como se suele aparcar hacia delante, al salir del estacionamiento la visibilidad será muy reducida: pon la máxima atención. No obstante, en ocasiones, será recomendable aparcar marcha atrás —para facilitar tu salida—, por lo que tendrás que seguir los mismos consejos que al aparcar en batería marcha atrás.
Para sacar el coche, da marcha atrás en línea recta y gira toda la dirección a la derecha cuando las ruedas traseras de tu coche lleguen a la esquina trasera del vehículo que tienes a la derecha.
La tecnología, aliada para el aparcamiento eficaz
La tecnología de los coches ha desarrollado diferentes sistemas que ayudan al aparcar: sensores de aparcamiento, cámara trasera y/o cenital o, incluso, el aparcamiento asistido, capaz de detectar los obstáculos, y de maniobrar automáticamente la dirección para aparcar hacia atrás.