Vivimos un lento y discreto florecimiento de vehículos que ya no guardan las características clásicas de los todocamino. Cada vez la altura al suelo de estos modelos es menor: sus chasis se adaptan más a la conducción solo por asfalto, abandonando cualquier cualidad campera. Y cada día es más reducida la oferta de versiones con tracción total. Así, si entre los todocamino quedaba algún gen de los antiguos todoterreno, capaces de pasar por lugares casi inverosímiles en el campo, esta nueva tendencia de diseño ha acabado de diluirlo definitivamente…
Sigue leyendo