Qué es la carrocería con deformación programada y en qué nos beneficia

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Las pruebas de seguridad que han de pasar los vehículos antes de salir de las fábricas son exhaustivas y muy rigurosas. La seguridad vial es una de las máximas de todos los fabricantes.

Las carrocerías compactas y duras han dado paso a una nueva tecnología con una estructura de deformación programada, pero ¿qué es esto? Con este sistema se consigue absorber la máxima cantidad de energía generada como consecuencia de un choque, sacrificando todos los elementos de la periferia del vehículo.

Así se consigue frenar la energía liberada en el impacto para evitar la transmisión de cargas extremas al resto de los ocupantes del vehículo.

Es necesario recordar que al producirse el accidente, los ocupantes reciben una gran cantidad de energía cinética producida por la desaceleración.

Para reducir lo máximo posible esa reducción brusca de la velocidad, los fabricantes y expertos en seguridad vial vieron la necesidad de equipar en los coches ciertos elementos de la carrocería debían deformarse para absorber la mayor cantidad de energía posible y así limitar el impacto en órganos vitales como el cerebro y los pulmones.

Así pues en los coches encontramos ciertas partes de la zona delantera de los vehículos (paragolpes, capó y aletas) y de la estructura del habitáculo (apoyos del motor, largueros y travesaños) se fabrican desde entonces con materiales menos duros que los utilizados en el resto del habitáculo, que tiene que ser mucho más rígido para que los pasajeros no queden atrapados.

¿Cómo funciona?

Cada vez que un vehículo se ve involucrado en un choque, una cantidad dada de fuerza se hace presente. Los números reales varían según la velocidad y la masa de lo que golpeas y de tu mismo vehículo. Para medir esta fuerza, nos referiremos a ella como aceleración de choque o desaceleración.

La mejor manera de reducir la fuerza inicial en un choque es disminuyendo la desaceleración. No obstante, las fuerzas que experimentas al frenar por una emergencia son mucho mayores que cuando reduces la velocidad gradualmente al acercarte a un semáforo.

En una colisión, ralentizar la desaceleración incluso unas pocas décimas de segundo puede crear una reducción drástica de la fuerza involucrada. Pero para eso se crearon las zonas de deformación, las cuales tienen 2 objetivos:

  • Reducir la fuerza inicial del choque
  • Distribuye la fuerza antes de que llegue a los ocupantes del vehículo.

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