Coche «burbuja», coche «huevo», tarro de yogur… son sólo algunos de los nombres con los que se conoció a uno de los pequeños grandes mitos de la automoción: el Isetta. Este microcoche, que combinaba un concepto inteligente con el encanto de la modestia, era un automóvil completo para su tiempo. Ahora, casi 70 años después de su estreno, vuelve a resurgir convertido en un microeléctrico…
Así era el mítico Isetta
Salón del Automóvil de Turín de 1954: el stand de Iso Rivolta, fabricante italiano de frigoríficos y minicoches, sorprende con un triciclo con una gran puerta de entrada frontal, el Iso Isetta.
Por allí, pasaba una delegación de BMW, marca que estaba al borde de la bancarrota porque la producción de motos había disminuido, y que vio en el pequeño Isetta la gran solución a sus problemas. Así, la firma adquiere al mismo tiempo los derechos de licencia y de las instalaciones de su producción.
La marca alemana introdujo varios cambios al Isetta. Además, de ‘refinar’ el motor —en 1956, mejoró la cilindrada hasta 300 cc y 13 CV de potencia con una velocidad máxima de 85 km/h— y el chasis del scooter italiano, el número de ruedas se cambió: mientras que el original tenía sólo tres, el Isetta alemán tenía cuatro.
Para BMW, el motocoupé, como lo bautizó su departamento de Marketing, se convirtió en el bestseller que la marca necesitaba con urgencia. Entre 1955 y 1962, BMW vendió 161.728 Isettas — 10.000 unidades solo en su primer año—. A ellas, hay que sumar los Isettas que vendió Iso y otros fabricantes que lo produjeron con licencia en países como Francia, Reino Unido, Brasil o, incluso, España.
No obstante, y a pesar de su éxito, la mejora de la economía mundial fue relegando a los coches pequeños (Mini, 600…) a un segundo plano. Una ‘moda’ que ha llegado hasta nuestros días, si bien en las últimas décadas coches como los Smart y otras propuestas de fabricantes como Toyota, Peugeot, Citroën… han querido ‘agarrarse’ a este tipo de vehículos para ‘salvar’ los problemas de movilidad, especialmente, en las grandes ciudades.
El Isetta resurge como eléctrico
Precisamente, esa creciente preocupación por la movilidad urbana en la que el espacio y la contaminación son dos problemas, ha llevado a Artega, otro fabricante alemán a reinterpretar al Isetta con su Karo-Isetta.
Las similitudes con el original son muchas, sobre todo, desde el punto de vista del diseño. Mantiene unas dimensiones muy reducidas y una puerta que abre todo el frontal (en el que se incluye el volante y el salpicadero).
Además, las ruedas posteriores del Artega Karo-Isetta están ubicadas dentro de la carrocería y parcialmente carenadas, e incluso la combinación de colores de la carrocería es de corte retro. Sin embargo, también cuenta con novedades tecnológicas actuales como son los faros LED, los grupos ópticos traseros con la misma tecnología y, por supuesto, una mecánica 100% eléctrica.
Artega no ha desvelado su potencia, pero sí se sabe que el Karo-Isetta alcanzará una velocidad máxima de 90 km/h, podrá transportar un peso máximo de 200 kilos y montará una batería que le otorga una autonomía de 200 kilómetros. El enchufe para la recarga se encuentra oculto tras lo que era la tapa del depósito en el clásico, para no romper su estética vintage.
Ya se han abierto los pedidos, con un precio de partida de 17.995 euros en Alemania (sube a 21.995 euros en el acabado superior) y una reserva de 2.500 euros para hacerse con él. Artega espera que las primeras entregas del Karo-Isetta tengan lugar en abril de este mismo año.
¿Qué tipo de coche prefieres? ¿Tus gustos se fijan más en un urbano, un SUV o un deportivo? Sea como sea tu coche, el lugar donde reparar su carrocería siempre será el mismo: los talleres CertifiedFirst, los expertos en chapa y pintura.