Desde principios del s. XX, los papas también se han movido en coche, dejando atrás las sillas gestatorias, que se convirtieron en piezas de museo. El primer gran ejemplo de coche con matrícula SCV (Status Civitatis Vaticanae), lo tenemos con el Mercedes Nürburg 460 de Pío XI, donado por la marca alemana en noviembre de 1930, y con el que disfrutaba de largos paseos, sentado en un sillón giratorio. Desde ahí, los papas posteriores también han disfrutado de coches de todo tipo…
No fue el único vehículo, ni el primero, que utilizó Pío XI, Unos meses antes del regalo de Mercedes, la Citroën italiana había donado a Pío XI un Lictoria C6, que no llegó a recorrer ni 200 km.
La relación de Mercedes con la Santa Sede será más fructífera desde entonces: hasta 12 vehículos creados para los papas desde aquel 460, al que siguió un 300 d, conocido como Mercedes ‘Adenauer’ (por ser el que usaba el canciller alemán). También se moverían en Mercedes, Juan XXIII, el primero en viajar con aire acondicionado, y Pablo VI, al que Mercedes regaló un 600 y varios 300 SEL.
Mientras, los viajes internacionales ya habían aparecido en la agenda de los papas y con ellos otros ‘papamóviles’, como el Jeep Willys descapotable con el que Pablo VI viajó por la India en 1964 o el Lincoln Continental cuando paseó por EE. UU., y que años más tarde usarían los astronautas del primer viaje a la Luna.
El ‘papamóvil’ del ‘Papa viajero’, el más famoso
Los lujos de los coches de representación papales darían paso a la funcionalidad con Juan Pablo II, el ‘Papa viajero’, y responsable del cambio de concepto. Su primer vehículo fue un Ford Serie D utilizado en su visita a Irlanda en 1979. Mientras, como coches oficiales tendría un Mercedes 230G con una cúpula de cristal, y un Fiat Campagnola, mucho más usado que el anterior y quizás el ‘papamóvil’ más recordado por un hecho con conmocionó al mundo…
13 de mayo de 1981. Plaza de San Pedro del Vaticano. Miles de fieles aclaman al papa, que saluda desde la plataforma de su Fiat. Súbitamente, un turco llamado Mehmet Alí Agca dispara a bocajarro dejando a Juan Pablo II malherido. El resto es historia, aunque ese suceso supondría un punto de inflexión en la historia del ‘papamóvil’. Porque hasta entonces todos los vehículos eran abiertos o, como mucho, iban provistos de una mampara sin blindaje.
Si bien Juan Pablo II jamás quiso deshacerse de su Fiat Campagnola, Mercedes vuelve a acaparar el protagonismo motorizado del Vaticano. En los 90, fabrican varios Clase S modificados y un Clase M, aunque el papa se decanta por una nueva versión del 230G, esta vez modificada y provista de una cúpula blindada.
Los ‘papamóviles’ más modernos
Su sucesor, Benedicto XVI, también utilizó un Clase G en sus salidas semanales de los miércoles, aunque esta vez sin demasiadas medidas de seguridad. El último ‘papamóvil’ de Joseph Ratzinger fue una versión del Mercedes Clase M híbrido, con una cabina más amplia que los modelos anteriores y, esta vez sí, blindada. Además, Renault también le regaló una Kangoo eléctrica, una de las primeras furgonetas de este tipo en llegar al mercado.
Después, el papa Francisco comienza a cambiar muchas de las tradiciones papales, incluyendo la relacionada con los coches oficiales. Y es que, Jorge Mario Bergoglio no ha dejado de reclamar “coches más humildes para servir a Dios”.
Así, a diario utiliza un Ford Focus azul metalizado o un Renault 4. También ha recuperado el Campagnola, sobre el que se le vio en una visita pastoral a Lampedusa. Y aunque ha seguido utilizando el Mercedes Clase G, cuenta como coche oficial con un Hyundai Santa Fe. Además, todavía no se le ha visto parapetado tras cristales blindados en ninguno de sus viajes por el mundo.
Un Seat Panda y un Range Rover en España
En los distintos países visitados por los papas se han puesto a su disposición ‘papamóviles’ específicos, como el Jeep en la India. Así, Toyota, Isuzu, Peugeot, Karenjy, Dodge, Ford… son otras marcas que han creado vehículos para los viajes papales. Dos de ellos se fabricaron cuando Juan Pablo II visitó España en 1982.
El contexto de aquel viaje no era el ideal. Con el atentado de Ali Agca aún en la retina y la banda terrorista ETA en sus años más mortíferos, Seat recibió el encargo de diseñar un vehículo para la visita papal a Barcelona y decidió adaptar el modelo del momento, el mítico Panda.
También se encargó el acondicionamiento y blindaje de un Range Rover, que pesaba 6.510 kg, y que ahora pertenece al Cuerpo Nacional de Policía. Sus cristales eran blindados, de más de 4 cm de espesor y, al igual que otros ‘papamóviles’ blindados, las ruedas estaban rellenas de goma en lugar de aire y contaba con un amplio ventanal.
Un Dacia Duster, el último ‘papamóvil’
Desde noviembre de 2019, el papa Francisco disfruta de un Dacia Duster 4×4 donado por el Grupo Renault. El SUV ha sido transformado por la marca en Rumanía, junto al carrocero Romturingia. El objetivo era confeccionar un vehículo concebido de origen para dar respuesta a las necesidades de movilidad del papa.
El coche entregado, de color blanco, con interiores en beige, mide 4,34 m de largo y 1,80 m de ancho. La versión, adaptada, cuenta con 5 plazas e incluye una banqueta trasera especialmente confortable. Además, incorpora numerosas soluciones y accesorios desarrollados para adaptarlo a los hábitos del Vaticano.
Cuenta así, con un gran techo practicable, una superestructura acristalada, distancia al suelo inferior en 30 mm a la normal para facilitar el acceso a bordo del vehículo, y nuevos elementos de sujeción tanto internos como externos.