La instalación de bolardos (también conocidos como pilonas) es cada vez más habitual en las calles. Al igual que las bandas rugosas (o sonoras) que se colocan en la calzada para obligar a los conductores a reducir la velocidad, estos elementos tienen que cumplir ciertas características, ya que de otro modo pueden provocar accidentes o daños.
Su objetivo puede ser la ordenación del tráfico —en carretera son balizas H-75 flexibles— o simplemente pueden tener finalidad ornamental. Su regulación está recogida en el Real Decreto 505/2007 por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados y en la Orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, según explica ABC.
¿Cómo deben ser los bolardos?
Existen diferentes tipos de bolardos para adaptarse a los distintos espacios públicos: fijos, desmontables y automáticos, y sus características vienen recogidas en el artículo 29 de la citada Orden.
En ella se especifica que la altura de los bolardos que se encuentren en áreas de uso peatonal será entre 0,75 y 0,90 m. Su ancho y diámetro mínimo será de 10 cm y un diseño será redondeado y sin aristas.
Además, el color deberá contrastar con el pavimento en toda la pieza o como mínimo en su tramo superior, asegurando su visibilidad de noche. Y en cuanto a su ubicación, se hará de forma alineada, y nunca podrán invadir el itinerario peatonal accesible ni reducirán su anchura en cruces u otros puntos del recorrido.
Qué hacer si golpeas el coche con un bolardo
En caso de sufrir cualquier daño por uno de estos elementos, se tendrá que valorar cada caso y estudiar la viabilidad de la reclamación de responsabilidad patrimonial por los daños y perjuicios sufridos.
Para la reclamación deberá presentarse una instancia en el ayuntamiento que tenga la titularidad de esa carretera o vía, concretamente en el Registro General del Ayuntamiento, que lo derivará al de Reclamaciones Patrimoniales.
Normalmente, los ayuntamientos tienen suscrito un seguro para las reclamaciones de responsabilidad patrimonial. Es importante llamar a la Policía local o municipal en el momento del siniestro para que realice el atestado correspondiente, aportar el testimonio de algún testigo, y realizar fotos acreditativas (también ayudará si hay cámaras de videovigilancia).
Para asegurarnos de que nuestro recurso tiene posibilidades de prosperar han de concurrir ciertos requisitos que ha venido estableciendo la doctrina para la procedencia de responsabilidad patrimonial de la Administración Pública.
Difícilmente prosperará nuestra reclamación si…
En el caso de los bolardos, en primer lugar, hay que tener en cuenta a la hora de determinar la posible responsabilidad de la administración, si la finalidad de los bolardos es evitar la invasión de los automóviles de zonas peatonales o tenían como finalidad adornar o diferenciar zonas de la vía.
En el supuesto de que la finalidad sea únicamente ornamental, la causa estaría justificada por lo que, si no sumaran negligencias o actos imputables a la administración en principio la responsabilidad sería difícilmente justificable.
Otro ejemplo en el que la responsabilidad siempre será del conductor o difícilmente imputable a la administración, será cuando el daño se produzca cuando el conductor no respete las indicaciones de las señales de circulación y haya accedido a la vía de forma incorrecta.
En cambio, tendremos posibilidades si…
En los casos de daños a vehículos, se estima la responsabilidad de la administración cuando los daños sufridos, por ejemplo, por el desprendimiento de una bola de granito colocada como bolardo en la acera, que cae rodando y golpea al vehículo.
Aquí, la responsabilidad es del ayuntamiento al omitir la debida inspección de la vía pública siendo responsable de que todos los elementos que se encuentren en los espacios municipales estén en las debidas condiciones.
Otro supuesto en el que se podría estimar la responsabilidad de la administración sería por el mal funcionamiento de un bolardo retráctil que cause daños en los bajos de un vehículo, siempre y cuando se acredite dicho mal funcionamiento, al tiempo que el conductor respetó en todo momento la señalización.
¿Has golpeado alguna vez tu coche contra un bolardo? No te preocupes, cualquier daño que hayas sufrido podremos repararlo. Confía en los expertos en chapa y pintura para cualquier reparación de carrocería que necesite tu vehículo ¡Encuentra tu ‘Certi’ de confianza!