Sedán, coupé, cabrio, targa… ¿Sabías que también existe la carrocería ‘woodie’? La historia de los ‘woodies’ (de wood, ‘madera’ en inglés) es una historia de cambios sociales y tecnológicos. Los primeros coches tenían carrocerías de madera, al estilo de las carrozas de caballos, pero, ya a comienzos del s. XX, aparecen los primeros coches con carrocería metálica y de aluminio.
Aunque se siguió fabricando en madera —el H6C Torpedo Tulipwood de Hispano Suiza de 200 CV, todo un ejemplo—, el acero se fue imponiendo. No obstante, en la década de 1920, algunos carroceros empezaron a adaptar los chasis de sus sedanes para poder transportar bultos. Adaptación que les daba una forma muy similar a la de los ‘familiares’ o ‘rancheras’ de hoy.
Y es que los turismos de entonces tenían el chasis independiente de la carrocería, lo que permitía hacer estos cambios sin afectar a la estructura del vehículo.
Los ‘woodies’ se popularizan
En aquella época, el uso del ferrocarril aún se imponía al del coche y muchos hoteles empiezan a adquirir estos vehículos para transportar el equipaje de sus clientes de la estación al hotel, de ahí el nombre de ‘station wagon’. Así, antes y durante la ‘Gran Depresión’, los ‘woodies’ se convierten en sinónimo de alto status social al asociarse a lujo y ocio.
Durante la II Guerra Mundial, la necesidad de ahorrar acero hizo que el uso de madera en los vehículos fuera normal. Al final de la contienda se habían producido miles de ellos, que se volvieron muy atractivos para las familias de clase media del ‘Sueño americano’, que empezaban a usar sus coches también para su ocio de fin de semana: la popularidad de los ‘woodies’ alcanza su máximo.
Sin embargo, la madera, auténtica, de los ‘woodies’ se convirtió en su mayor desventaja. Estas carrocerías requerían mantenimiento, lo cual no era un problema para los más pudientes, pero sí para las clases medias. Los fabricantes se dieron cuenta de que el mantenimiento inadecuado afectaba a su durabilidad y no querían ver vehículos de su marca, totalmente destartalados, por lo que respondieron: menos madera y más acero.
El ‘woodie’ se convirtió en un vehículo caro y cargado de extras, en el que la madera se convirtió en un mero aplique (paneles de vinilo simulando madera) sobre la carrocería metálica.
Icono ‘surfero’
Por entonces (mediados de los 50′), los ‘surferos’ californianos descubrieron que podían comprar ‘woodies’ baratos y lo bastante espaciosos para llevar sus tablas y demás accesorios. Además, el clima de California era menos agresivo con la madera y allí requería menos mantenimiento, por lo que así surge la vinculación de esta subcultura con los ‘woodies’.
El mercado británico también adopta los ‘woodies’, con madera de verdad: Morris Minor Traveller (desde 1953) y los Morris Mini Traveller y Austin Mini Countryman (1960–69). Mientras, en EE. UU., las marcas que vuelven, desde los años 60′, a ofrecer decoraciones ‘woodie’ (Dodge, Ford, Jeep…) se olvidan de la madera, pero mantienen su oferta con paquetes de imitación a madera para algunos de sus modelos hasta, incluso, los 90′ (como el Jeep Grand Wagoneer).
Es más, de 2002 a 2004, el Chrysler PT Cruiser, de diseño retro, ofreció un paquete ‘woodie’ con paneles de imitación a madera en laterales y portón trasero. El último acercamiento ‘woodie’ lo hizo Chevrolet en 2010, con su versión especial ‘Woody Wagon’ de su modelo Spark. Más recientemente, pudimos ver el “momento madera” de Toyota con el Setsuna, todo un ejercicio de diseño.
Un caso aparte con la madera como protagonista sería el del fabricante británico de coches de lujo Morgan que confía, desde su nacimiento, en la madera de fresno para la carrocería de sus coches, si bien, en la actualidad, se usa sólo como complemento al aluminio empleado en los chasis.
Sea como sea la carrocería de tu coche, nadie mejor que los talleres de la Red de expertos en chapa y pintura de CertifiedFirst para cuidarla. Además, con nuestra calculadora podrás saber lo que puede costar tu servicio antes de pasar por nuestros talleres ¡Pruébala!