El diseño de coches es todo un arte. Algunos entusiastas, incluso, podrían llegar a colocar a Ferdinand Porsche, Sergio Pininfarina, Giorgetto Giugiaro, Malcolm Sayer o Nuccio Bertone al lado de los mejores pintores o escultores de la historia. Sin embargo, hasta estos ‘magos’ del diseño de automoción seguro que tuvieron que adaptarse (como otros diseñadores lo tienen que hacer hoy) a exigencias de seguridad, fabricación, aerodinámica…
Y hablando de diseño, hay una tendencia muy común en los coches actuales, que puedes ver tanto en un Porsche como en un utilitario de los más económicos y que puedes haber pasado por alto. Se trata de algo pequeño, de unos pocos centímetros de ancho —normalmente— y que está presente en las cuatro ‘esquinas’ del vehículo. Su propósito puede parecer un misterio, que vamos a tratar de desvelar.
Primero, un poco de historia
¿Sabías que el guardabarros ya se utilizaba en los carruajes para impedir que el conductor y los pasajeros fuesen salpicados por el barro que lanzaban las ruedas? Su función pasó tal cual a los automóviles y apenas se tocó su diseño en los inicios de la automoción.
Ya en la decáda de 1920, y en la siguiente cuando llegará a su máxima expresión estilística, los guardabarros (como el resto de la carrocería) llaman la atención de los carroceros, que se atreven con las formas más diversas y extravagantes, y siempre (o casi) como una pieza separada de la carrocería. Sin embargo, en los 40’, los estilistas norteamericanos ponen fin a esta tendencia.
A partir de ahí, las modas en diseño han ido evolucionando, hasta llegar al momento actual. Unos diseños que se han adaptado no sólo a los cambios en gustos estéticos sino, como decíamos, a las necesidades de producción, seguridad…
Una característica muy común
Pues bien, esa característica de diseño, muy común en la carrocería de muchos coches modernos, son esos cuatro o cinco centímetros (o más en algunos modelos) de panel de guardabarros, hacia el paso de rueda, plano y doblado que rodea las ruedas, y que los coches más antiguos no tenían.
¿Será por aerodinámica o para engañar a los ojos para que perciban que las ruedas son más grandes? ¿O, quizás, supone algún tipo de necesidad relacionado con la fabricación de los coches?
El diseñador de Volvo T. Jon Mayer ofrece la respuesta al portal Gizmodo. Según este diseñador el propósito inicial de incluir el arco aplanado en el diseño es para el soporte estructural de los paneles estampados. Los guardabarros del automóvil tenían algunas medidas cortadas para ayudar con la estructura de los paneles y agregar un poco de impulso al perfil de diseño del automóvil.
Ahí tienes la explicación. Cabe añadir que, en los últimos años, se está imponiendo otra moda, en no pocos modelos y no exclusivamente SUV/crossovers, en los que el paso de rueda (y, por tanto, la parte plana del guardabarros que comentamos) viene tapado con un embellecedor de plástico más o menos ancho. En algunos, incluso, recorre el perfil de las puertas y va desde la rueda delantera a la trasera. Un toque de diseño que ya vimos en el Corsa en los años 90’ y principios de los 2000 o en el Zafira, por poner sólo dos ejemplos.
Mucho cuidado con esa parte plana de la carrocería de tu coche, pues no sería extraño que hubieras tenido algún disgusto con ella por culpa de una columna, un bolardo… Y no te preocupes si vuelve a pasarte: los talleres de la Red de expertos en chapa y pintura de CertifiedFirst trabajamos para que tu coche recupere su aspecto original. Además, con nuestra calculadora podrás saber lo que puede costar tu servicio antes de pasar por nuestros talleres ¡Pruébala!