¿Prefieres el lavado con manguera de agua a presión para tu coche? Con las debidas precauciones, es una fantástica opción para la vara el coche ya que nos permite realizar un lavado bastante completo, rápido y económico.
La manguera de agua a presión tiene ciertas ventajas, si se utiliza bien. Tal como te contábamos aquí, hay que cuidarse de acercar el chorro de agua a presión demasiado a los defectos e imperfecciones de la pintura (la pintura podría llegar a saltar; es raro, pero no imposible). Pero, por otro lado, el chorro a presión es genial para retirar polvo y arenilla de forma rápida sin causar daños en la pintura del coche gracias a que no hay necesidad de “tocar” en ningún momento la carrocería. En cambio, si usamos una esponja o bayeta y el clásico cubo de agua el riesgo de arañar la pintura del coche es mayor.
Primer consejo: planifica el lavado
Un buen lavado del coche es mucho más que soltar un chorro contundente de agua a presión sobre la superficie de la pintura del coche.
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La mayoría de estaciones de lavado con este servicio disponen de varias mangueras. La típica manguera para el chorro de agua a presión, por supuesto. Pero también suelen contar con una manguera especial que acaba en una especie de cepillo o escoba y que utilizaremos una vez bien humedecida la superficie de la pintura para enjabonar y quitar la suciedad. Es bueno fijarse en el estado de la estación de lavado, así como de las mangueras y cepillos, ya que algunos de esos cepillos pueden producir micro arañazos en la pintura.
Por otro lado, para un buen lavado, debemos llevar con nosotros productos adecuados. No sólo vamos a limpiar la pintura del coche; los acabados marcarán la diferencia: limpiacristales para espejos y cristales del coche, limpiador para cromado, para llantas, para los plásticos interiores y tapicería etc, toalla de microfibra para secar la pintura. ¡Por supuesto, nada de lavavajillas! Así que conviene preparar el kit completo de lavado del coche.
También es necesario elegir de forma adecuada el momento para lavar el coche.
Siempre debemos evitar hacerlo en las horas centrales del día o, en todo caso, en los momentos en que haga mucho calor y sol. Es conveniente que el coche esté lo más “frío” posible y además que el sol y el calor no interfieran el proceso (por ejemplo, evaporando antes de tiempo las gotas de agua…)
Segundo consejo: “barre” la suciedad de arriba hacia abajo
El sentido del lavado con la manguera a presión debe ser siempre desde arriba hacia abajo, es decir, desde el techo del coche hacia abajo. Así, comenzaremos a enjuagar el coche eliminando la suciedad desde la parte superior. Si lo hiciéramos al revés, a menudo sólo conseguiríamos mover la suciedad y arenilla de unas zonas a otras del coche.
Recuerda en este punto que es muy importante no acercar demasiado la boquilla de la manguera a la pintura. Mantén una cierta distancia para proteger la superficie de la pintura del coche.
Cuando llegue el momento de enjabonar el vehículo, sigue el mismo sistema y emplea movimiento de arriba hacia abajo y de lado a lado.
Tercer consejo: deja actuar a la espuma para una limpieza más profunda (y fácil)
Te aconsejamos dejar que la espuma actúe unos minutos para que ablande aquella suciedad que puede estar más incrustada de forma que salga más fácilmente – y sin estropear la pintura- a la hora de aclarar el coche.
Utiliza agua abundante para el último aclarado: los restos de jabón, una vez secos, pueden marcar la pintura del coche.