¿Sabías que los faros del coche son uno de los elementos del vehículo que más delatan su edad? Y no sólo por su forma o el tipo de lámpara que montan, sino por el color. Y es que los faros amarillos o los faros opacos están revelando que el coche tiene unos años… y que no está envejeciendo muy bien.
Pero ¿por qué se vuelven amarillos u opacos los faros del coche? Los faros también sufren de ese mal llamado oxidación. Y también se degradan por la exposición al sol.
Lo cierto es que el material elegido para las tulipas de los faros (habitualmente polímeros termoplásticos) es realmente resistente a los impactos de piedritas arañazos etc. Además, es un material ligero y moldeable, que permite que pase de forma óptima el haz de luz de la lámpara.
Sería un material perfecto, si no fuese porque acusa el paso del tiempo y la exposición al sol. Finalmente, el efecto es el de unos faros casi amarillos o tan opacos que apenas dejan pasar el haz de luz.
Y esto ya no es sólo un tema estético.
Ya no se trata sólo de que el coche se vea mejor o peor con los faros amarillentos u opacos. Que parezca un coche más viejo o más nuevo.
Se trata, en realidad, de que tú, automovilista, conductor, veas mejor o peor. Y te vean mejor o peor.
El sistema de iluminación del coche es clave en seguridad vial. La máxima es: ver y ser visto.
Y en eso, el papel de los faros es absolutamente fundamental.
Cuando los faros han amarilleado o se notan opacos, el haz de luz de los faros no se proyecta adecuadamente, comprometiendo la seguridad vial por dos razones:
- Puedes estar perdiendo información de lo que sucede a tu alrededor
- El resto de vehículos y usuarios de la vía pueden estar percibiéndote con dificultad
Suma a esto condiciones climatológicas adversas y situaciones de visibilidad reducida…
¿Qué podemos hacer de forma preventiva para evitar que los faros se pongan opacos o amarillos?
El mantenimiento y cuidado de la apariencia exterior del coche (tanto la pintura como los faros) pasa por ser constantes en el lavado del vehículo.
¡Pero el lavado no debe ser de cualquier forma! En ningún caso se deben usar productos que no sean específicos para lavar el coche ya que pueden dañar la apariencia de la pintura y los faros. Por otro lado, los cambios bruscos de temperatura sobre la carrocería tampoco son buenos, tal como te explicamos aquí.
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Como último recurso, se puede recurrir al pulido de los faros para devolverles su transparencia original. Aunque es mejor poner el pulido de los faros en manos de profesionales para conseguir un buen resultado.
Ten en cuenta que cualquier tipo de pulido lo que hace en primer lugar es erosionar la capa superior mediante el lijado. Esto es así tanto a la hora de pulir la pintura como los faros. Por eso es muy importante saber hacerlo bien, no vaya a suceder que sea peor el remedio que la enfermedad. Además, para decidir cómo y cuánto hay que lijar también hay que saber valorar el grado de daños… Y una vez concluido el proceso, suele ser necesario aplicar una capa de barniz o sellador para proteger el resultado y que éste sea duradero.
¿Nuestro consejo? Si quieres pulir los faros acude a un taller de chapa y pintura. Siguiendo este enlace puedes localizar tu taller de la red de talleres expertos en chapa y pintura CertifiedFirst, donde puedes obtener un presupuesto orientativo sin compromiso para poder los faros del coche.