¿Eres de los que siente pereza al limpiar el coche? ¿O por el contrario lo disfrutas? ¿Quizás lo ves sencillamente como una mal necesario?
De lo que no hay duda es de que en el coche hacemos vida. ¿Quién no ha comido un sándwich o una chocolatina o una bolsa de patatas fritas? ¿Quién no ha bebido un botellín de agua o un refresco? ¿Qué mujer no se ha maquillado alguna vez en el coche? ¿Quién no ha transportado bolsas de la compra en el coche? ¿O a llevado niños, o a la abuela, o al perro o al gato…?
Y así podríamos seguir. La lista sería muy larga. Vómitos de niños, estornudos, moqueo, pelos de gato o de perro…
De hecho, si lo piensas fríamente incluso puede que sientas algo de ‘grima’.
Realmente, ¿cuánta suciedad y bacterias se están acumulando en el coche? Ya no sólo en su exterior, sino también ¡en su interior!
Un estudio realizado en el Reino Unido ha analizado precisamente dónde tienden a acumularse los gérmenes cuando no se es muy escrupuloso con la limpieza del coche. Y ha llegado a conclusiones que pueden hacer que los automovilistas cojan bayetas y limpiadores en masa para adecentar sus vehículos.
Niños + mascotas, la peor combinación para el coche
Las familias en las que hay niños o mascotas (o ambos) son las que más esfuerzos de limpieza deberían realizar en el interior del vehículo. Los gérmenes y suciedad se acumulan en los coches de estas familias, aunque seguramente esto no sorprenderá a nadie, ¿verdad?
El estudio mostró, por otro lado, cuáles eran las áreas del interior del coche en la que más acumulación de suciedad había: la zona donde reposan los pies del conductor, la zona del cinturón de seguridad y la del freno de mano resultaron las ganadoras en lo que a número de gérmenes se refiere. Las segundas clasificadas fueron el tirador de la puerta del conductor y el botón del volumen del equipo musical.
Por el contrario, las zonas que menos gérmenes y bacterias acumulan, según el estudio, son el espejo retrovisor, el volante y la palanca de cambios. En el caso del volante y la palanca de cambios resulta realmente sorprendente, teniendo en cuenta la cantidad de veces que el conductor los manipula.
El estudio indicó además que los hombres se muestran más interesados por mantener una bonita apariencia exterior del coche mientras se preocupan menos por la limpieza del interior del habitáculo, cosa que despierta mayor interés en las mujeres.