¿Piensas que la revisión de la ITV sólo afecta a las cuestiones mecánicas del automóvil? Muchos automovilistas lo ven así. Opinan que si el coche arranca, anda y frena, prácticamente no hay nada más de qué preocuparse.
En realidad, esto nunca ha sido así.
El objetivo primordial de la Inspección Técnica de Vehículos ha sido desde siempre garantizar unos mínimos en seguridad vial. Es decir, que ningún vehículo que circule por las carreteras suponga un riesgo para sí mismo o para los demás.
La ITV en España comienza a ser obligatoria para los conductores particulares en la década de los 80, en los albores de la entonces Comunidad Económica Europea.
Desde entonces ha habido distintas modificaciones en la revisión; la última de ellas llega este mayo de 2018.
La nueva ITV llega para adaptarse a los modernos vehículos y sus tecnologías. De ahí que el control de las emisiones y una revisión más exhaustiva de la parte electrónica sean su señal de identidad.
Con la nueva ITV se revisará el puerto OBS, el ABS, los airbags y tantos otros sistemas facilitadores de la conducción que son controlados electrónicamente.
La carrocería, el elemento ‘silencioso’ de la ITV
La carrocería tiene también su propio espacio en el procedimiento de inspección técnica de los vehículos. Y, sí, será examinada por el operario cuando vayas a pasar la ITV.
La carrocería debe encontrarse en buen estado en cuanto a su integridad y sujeción y libre de defectos que puedan afectar a la integridad del vehículo o a la seguridad de las personas.
En la práctica, esto significa que, si a consecuencia de un golpe de chapa hay aristas cortantes en la carrocería, por ejemplo, no pasaremos la ITV.
Que si después de un golpe de chapa tenemos algún elemento un poco suelto (como el parachoques o un faro o el espejo retrovisor) es muy posible que tengamos problemas para pasar la ITV.
El inspector de la ITV verificará si hay corrosión u oxidación.
O, sin ir más lejos, la falta del tapón del depósito de combustible se considera falta grave.
La verdad es que a menudo la valoración será cosa más bien subjetiva por parte del inspector que nos haya tocado.
Pero no se puede obviar que el estado de la chapa y pintura del vehículo importa al pasar la ITV, más de lo que la mayoría de automovilistas piensan. Y es que, tal como te contamos aquí, cada vez más vehículos NO pasan la ITV por un problema de chapa.
Otra razón más para no descuidar el mantenimiento de la carrocería del vehículo y reparar esos golpes de chapa e imperfecciones. ¡No es una cuestión meramente estética! Haz clic aquí para localizar tu taller CertifiedFirst más cercano y preparar la chapa y pintura de tu coche para pasar la ITV sin problemas.