Durante el año 2017 se produjeron en las carreteras españolas 1,91 millones de accidentes leves de tráfico, según datos que ha publicado Unespa. Con estas cifras en la mano, queda patente la tendencia al alza en los conocidos como ‘golpes de chapa’, accidentes leves en los que no se producen heridos, pero sí algún pequeño desperfecto en la chapa o pintura del automóvil.
Y es que en 2017 se incrementó el número de golpes de chapa un 3,14% respecto al año anterior.
La cifra global de accidentes de este tipo el año pasado es la más alta desde el año 2010. Algo que se explica por la situación económica.
En situaciones económicas más amables, circulan más vehículos por las carreteras y, por simple estadística, se producen más accidentes leves.
En un contexto económico más sombrío, hay menos trayectos y menos accidentes.
Por ejemplo, el año 2013 (en plena crisis) fue el ejercicio con menor número de golpes de chapa, pero desde entonces la tendencia ha sido al alza un año tras otro.
Durante 2017, cada mes se produjeron en España 159.224 accidentes leves de tráfico.
Por regiones, donde más aumentaron los golpes de chapa en 2017 fue en Baleares (+5,62%), Ceuta (+5,45%) y Madrid (+4,77%) y donde más bajaron fue en Melilla (-5,87%).
Ahora bien, la realidad se muestra algo distinta si ponemos en relación el número de accidentes de chapa por cada 100.000 habitantes.
Con esa relación en la mano, los lugares donde es más posible sufrir un accidente leve son Baleares (5.461 golpes de chapa), Cantabria (5.019) y Melilla (4.959), mientras que la menor siniestralidad la encontramos en Aragón (3.177), Ceuta (3.269) y País Vasco (3.450).
Lo que no cambia es la estacionalidad de los golpes de chapa.
Los dos días de la semana en que se producen más accidentes leves son el viernes (6.279 golpes de chapa de media) y los lunes (6.132 golpes de media), mientras el fin de semana es cuando menos colisiones se producen.
¿Has sufrido un golpe de chapa recientemente? ¿Sabes que puedes solucionarlo rápido y por menos de lo que piensas?