Blanco, negro, gris, rojo, azul… ¿De qué color elegiste o elegirás tu coche? Antes, mucho antes de tomar esa decisión, hay un proceso complejo en el que fabricantes y expertos en pintura automotriz van diseñando las características y colores de la pintura. Todo ese proceso desemboca en un momento final: el pintado del coche en la cadena de producción en fábrica.
En más de una ocasión nos hemos fijado en el trabajo que lleva la creación de las cartas de color. Blanco, negro, gris, rojo, azul… no, el proceso de creación de color va mucho más allá de eso. Las tendencias de color no son cosa inmediata, sino que se va trabajando en ellas con tiempo. Es algo muy necesario, según vemos en los procesos y tiempos que manejan distintos fabricantes.
Y es que el proceso completo de diseñar un coche supone una inversión de casi cuatro años de tiempo, tal como te contamos en este post sobre cómo se diseña un coche.
SEAT, por ejemplo, ha ido revelando en los últimos años algunos de los secretos del diseño del color y la pintura para el coche: Se realizan más de 100 fórmulas distintas y se generan más de 1.000 litros de pintura para llegar a un solo color en un proceso que dura unos tres años.
Por su parte, el experto en color y pintura automotriz PPG, nos ha contado que son necesarios casi 7 años para que un color llegue a un showroom y lo haga con una garantía de calidad de 10 años.
El fabricante Nissan cuenta con un túnel de lavado en miniatura para poner a prueba sus pinturas.
Pero, una vez acabado todo este proceso, con la pintura ya definida preparada, ¿cómo se pinta un coche en fábrica?
Como te imaginarás, no es un proceso manual como puede serlo en un taller de chapa y pintura donde se hace una reparación en alguna zona concreta. En otro tiempo sí fue así, pero hoy en día son los robots los encargados de pintar el coche. Incluso una icónica marca como Aston Martin, que aún mantiene una cierta vinculación con el pasado artesano del oficio de hacer y pintar coches, ha dejado de pintar sus coches a mano hace algún tiempo.
En el caso de SEAT, en su cadena de producción la misión de pintar el coche la llevan a cabo 84 robots. Los robots emplean 6 horas para pintar un coche. Gracias a eso, son capaces de pintar en la cadena 2.400 coches en un día, para lo que utilizan 5.000 litros de pintura.
La zona destinada a la pintura responde a determinadas características para que todo sea perfecto. Así, las cabinas de pintura deben estar libres de polvo e impurezas (como si de tratase de un quirófano) y mantienen una temperatura de entre 21 y 25 grados.
En SEAT se aplican siete finísimas capas de pintura y después tiene lugar la fase de secado en un horno a 140 grados.
Por último, se revisa la calidad, que todo esté perfecto y que no haya ninguna imperfección en la pintura del coche. Este trabajo tampoco lo realiza una persona, sino que se encarga de ello un escáner capaz de detectar la más mínima impureza y que revisa la uniformidad del color.
Si eres de los que sabe apreciar un trabajo bien hecho, sabes que a la hora de hacer una reparación de chapa y pintura elegir un taller de pintura barato puede salir muy caro.