Dicen que la popularización del coche autónomo será en unos pocos años. Vemos con frecuencia noticias sobre ello y muchos fabricantes parecen haberse lanzado a la carrera por ofrecer soluciones de movilidad distintas o en las que, simplemente, la figura del conductor se diluye.
El vehículo autónomo llega incluso a la Fórmula 1. Actualmente hay varios proyectos en ese sentido, pasando por una competición muy especial y específica para coches autónomos y eléctricos. Hablamos de la Roborace, que se ha diseñado como un complemento de la Fórmula E. La primera competición mundial de coches que compiten con coches, sin intervención de piloto. ¿Emocionante?
En ese escenario se ha realizado en Hong Kong un experimento. ¿La pregunta a la que querían dar respuesta? ¿Qué pasaría si compitieran un coche autónomo y uno pilotado por un humano? ¿Quién ganaría?
¿Te acuerdas de la legendaria lucha del hombre contra la máquina en Ajedrez? ¿La partida entre Gary Kaspárov y la computadora Deep Blue? Pues esto sería algo parecido, sobre el asfalto.
El protagonista de esta prueba se llama DevBot. Se le considera el primer coche autónomo de carreras y ha sido desarrollado por la empresa Kinetik. Lo cierto es que se trata de un vehículo 100% eléctrico que puede ser dirigido por una persona o ser conducido por inteligencia artificial.
La idea era sencilla: el coche debía completar varias vueltas en el circuito de Hong Kong. Primero pilotado por una persona (la periodista Nicki Shields). Después, pilotado por sí mismo, es decir, por inteligencia artificial, sin la presencia de un humano.
And the winner is…
Por esta vez, los humanos hemos ganado. Y es que el piloto consiguió un mejor tiempo que la máquina. Un tiempo de 1:26.6 para la periodista, frente a un tiempo de 1:34.0 conseguido por el coche autónomo. Una diferencia de 7,4 segundos.
Aquí tienes el vídeo de lo sucedido.
¿Qué habría pasado si se hubiese enfrentado un piloto profesional, como Fernando Alonso, frente a la máquina?
De momento, ha quedado claro que la inteligencia artificial aún debe mejorar para alcanzar e incluso superar a los humanos. Pero el equipo que trabaja en ese proyecto advierte:
Nos estamos acercando.
¡El desarrollo continúa!