Ocurrió hace dos años, pero la solidaridad no tiene edad y no caduca. Tampoco tiene un lugar, aunque esto sucedió en Vancouver (Canadá). ‘Sólo’ es la historia de cómo unos estudiantes de entre 12 y 18 años fueron capaces de construir una réplica muy curiosa de un Jeep Wrangler empleando 4.500 latas de comida… en apenas 12 horas de trabajo.
La idea nació con el objetivo de concienciar sobre la hambruna en el mundo. En la práctica, además, se donaron las latas al banco de alimentos de la Fundación FCA de Canadá, lo que se tradujo en que, gracias a esta carrocería ‘diferente’, han podido ofrecerse 3.120 comidas a las personas que más lo necesitaban.
Una iniciativa que, por cierto, no se era la primera vez en celebrarse. Ya en 2014 se replicó una camioneta RAM y en 2013 un Dogde Gran Caravan.
Los estudiantes se las ingeniaron para reproducir incluso los neumáticos valiéndose de las latas de comida, fabricadas en aluminio. Un metal que también ha estado presente en la fabricación de automóviles gracias a su ligereza.
Por el momento la iniciativa no ha vuelto a repetirse, pero es digna de formar parte de nuestra sección de carrocerías curiosas, como ésta de pelo, ésta de tela o ésta otra de hielo.