Al principio, fue la velocidad, la aerodinámica. El confort. Todos esos aspectos han ido evolucionando en el mundo del automóvil, haciéndose cada vez más sofisticados. Pero la seguridad vial, incluso en su propia concepción, también ha evolucionado de manera muy importante.
En la corta historia del automóvil, no hay que ir lejos para ver la preocupación por la seguridad.
De hecho, se cuenta que el primer accidente con una víctima mortal fue en 1869, cuando una mujer cayó del coche a vapor en el que circulaba y fue atropellada por la rueda trasera del vehículo. En 1896 se produjo el considerado primer siniestro con víctima mortal en el que estuvo implicado un automóvil a motor en Europa. También fue un atropello.
En la medida en que el automóvil se popularizó, se vio la necesidad de ver la reacción de un coche ante los diferentes tipos de accidentes y, por supuesto, las consecuencias, así como la forma en que podían influir diversas variables, como la velocidad.
Y en aquellos primeros años, ¿cómo analizar la respuesta no sólo del coche, sino también del cuerpo humano ante los golpes? La ciencia no estaba tan avanzada como hasta ahora y, en vez de los famosos maniquíes ‘dummies’ que estamos acostumbrados a ver hoy día en las imágenes de los crash test… ¡se empleaban cadáveres!
Así es, se recurría a cadáveres para poder avanzar en estos importantes estudios. De esta forma, los cadáveres se utilizaban como ocupantes de los vehículos o se lanzaban al vacío desde diferentes alturas o se les hacía impactar. Incluso encontraron la manera de emular la sangre. El único requisito es que el cadáver en cuestión no presentase lesiones anteriores, ya que eso habría provocado confusión a la hora de valorar las lesiones producidas en los accidentes simulados. Así se iba aprendiendo sobre la resistencia del cuerpo humano. Un tema que sigue vigente.
Con el tiempo, emplearon a utilizarse personas vivas (que se prestaban voluntarias para estos estudios) y animales. Estos experimentos eran más contenidos para salvaguardar la integridad física de las personas, pero existieron. Y de hecho, siguen existiendo. De hecho, en este blog te hablamos de un auténtico ‘dummy’ humano.
En los últimos años nos hemos acostumbrado a los dummies, esos maniquíes que han sido diseñados para replicar en lo posible la constitución, altura y peso de las personas. Por eso, los hay de varios tipos: hay dummies niños, hombres, mujeres, embarazadas etc. Y tienen poco que ver con los maniquíes de los escaparates de las tiendas… ¡Pueden costar hasta 100.000 euros!
Como se aprecia, hasta hace no mucho todos los estudios estaban centrados en qué ocurría con los pasajeros del interior del coche. Lo cierto es que últimamente se ha puesto mucho interés en qué ocurre fuera, concretamente con los peatones. Incluso hemos visto ideas que hablan de un posible airbag para peatones.
Ésta es una muestra de cómo el concepto de seguridad vial se ha ido ampliando con el tiempo y tiene en cuenta más variables y situaciones. Los test de seguridad son cada vez más complejos y exploran ya no sólo qué ocurre con el conductor, sino con las plazas traseras, los viandantes, los niños etc.
¿Quieres saber más sobre cómo son los famosos test EURO NCAP? Echa un vistazo aquí.
Y recuerda que la carrocería tiene mucho que ver con tu seguridad vial gracias a la estructura de deformación programada. Por eso, se merece que la cuides y repares. En CertifiedFirst queremos ponértelo fácil: utiliza nuestra calculadora on line y en menos de un minuto podrás saber el precio de pintar tu coche. Comprúebalo.