Si creías que con el seguro de coche basta con contratar y pagar la póliza, estás equivocado. Por supuesto, es sin duda el primer paso y partimos de la base de que en función de lo que contratemos tendremos más o menos cosas cubiertas. Pero es indiferente tener un seguro a terceros básico o un seguro a todo riesgo completo cuando cometes ciertas negligencias…
La ITV, siempre en vigor
Una de las condiciones para que el seguro te cubra es estar al día con la ITV. O sea que debes de haberla superado con éxito y por supuesto no puede estar caducada. Si tienes un golpe con el coche y la ITV no está en vigor, la compañía aseguradora no se hará cargo de los gastos, independientemente del tipo de póliza que tengas contratada.
Modificaciones en el coche no comunicadas al seguro
¿Has puesto un alerón o algún otro elemento decorativo? ¿Has cambiado el color de tu coche? En general, realizar modificaciones para hacer el coche más atractivo es bastante habitual para los amantes del motor. Sin embargo, suelen implicar dos problemas. El primero es que en ocasiones puede requerir homologación para superar la ITV. El segundo es que la aseguradora puede negarse a pagar daños en el coche argumentando que no es el mismo vehículo que figura en la póliza o puede hacerse cargo sólo de los elementos de serie del coche y no de las modificaciones que hayas hecho.
Transportar más gente de la debida
Si tu vehículo está homologado para 5 plazas no puedes llevar a 7 personas. Ni siquiera durante dos minutos, ni al pueblo de al lado. Si tienes un accidente o un golpe de chapa llevando en el vehículo a más pasajeros de los que la homologación permite, el seguro tampoco se hará cargo.