Una joya de principios de los años 60, con diseño de Carrozzeria Touring, pintura de color verde, motor de 6 cilindros y 240 caballos de potencia, del que apenas se fabricaron 1.204 unidades en todo el mundo.
Hablamos de un Aston Martin DB4 que cruzó el charco hasta Los Ángeles, donde un locutor de éxito fue su primer dueño. A partir de ahí, el coche viajó a Colorado – lugar en el que fue repintado de color verde- y luego Massachusetts, donde su nuevo propietario lo aparcó dentro de su finca… y aparentemente se olvidó de él.
Se ignoran qué caprichos del destino o avatares de la vida hicieran que el Aston Martin DB4 fuese olvidado y abandonado por más de 40 años. ¿El resultado? Es posible imaginar cómo envejece un coche abandonado en la intemperie y prácticamente en un bosque. Óxido, corrosión, partes podridas…
Sin embargo, este vehículo está a punto de ser subastado. Y se estima que podría alcanzar un valor de 375.000 a pesar de su estado.
Su curiosa historia y su exclusividad al tratarse de un modelo con pocos ‘hermanos’ por el mundo podrían triunfar sobre el lamentable estado tanto de sus partes mecánicas como de su carrocería.
Y es que, por deteriorado que esté, es posible recuperarlo con un profundo ejercicio de restauración que estamos deseando ver. ¿Transformarían por completo el vehículo? ¿Tratarían de pintarlo de un color verde emulando su glorioso pasado? Se abren las apuestas…