El invierno nos ofrece bonitas estampas de paisajes melancólicos cubiertos de nieve… Alegría para los aficionados a los deportes de invierno, pero si te vas a desplazar en coche a zonas frías debes saber que quizás a tu coche no le hará tanta ilusión como a ti… ¿La razón? La presencia de sal en la carretera.
La sal suele echarse a las carreteras cuando la climatología es muy fría para evitar la formación de placas de hielo sobre la calzada.
Como sabes, el hielo es muy peligroso y especialmente traicionero, ya que es habitual que no advirtamos visualmente su presencia.
La solución adoptada por la mayoría de países es verter sal sobre la calzada de forma que la nieve no ‘cuaje’ y el hielo se deshaga.
La prioridad es, sin duda, cuidar la seguridad vial en una carretera, pero ¿sabías que la sal puede afectar a la carrocería y pintura de tu coche?
Uno de los componentes de la sal es la sosa caustica, que es muy corrosiva y, por tanto, es un agente muy agresivo con la carrocería, hasta el punto que puede dañarla de manera importante y provocar corrosión.
Por otro lado, no afecta sólo a la pintura o a las partes metálicas… Puede causar estragos en gomas, manguitos y hasta en el motor si no tomamos medidas. En definitiva, las partes y componentes mecánicos del coche también pueden sufrir corrosión debido a su exposición y contacto con la sal de la carretera. Y es que la sal, según recorremos kilómetros, se queda adherida sobre todo a los bajos del coche… Tanto es así que el frío invierno alemán y sus carreteras llenas de sal provocan que muchos vehículos en ese país sufran problemas de chapa y pintura por oxidación en apenas 5 años…
Voy a conducir por carreteras con sal, ¿cómo debo limpiar mi coche para protegerlo?
Si vas a conducir por carreteras nevadas o zonas en las que se suelan formar placas de hielo que se contrarrestan con sal hay una serie de consejos relacionados con el lavado que te serán muy útiles para evitar daños en la pintura y carrocería de tu coche.
Lava el coche con mucha frecuencia, incidiendo en los bajos del vehículo.
En teoría, cada vez que hagas un trayecto por carreteras en las que se ha vertido sal deberías hacer un lavado del coche, centrándote especialmente en las partes bajas del vehículo, donde la sal puede acumularse. Recuerda que la sala es corrosiva también para componentes como frenos, amortiguadores etc.
No te olvides de las ruedas
A la hora de lavar el coche tras haber expuesto a la sal hay que tener cuidado de limpiar a conciencia los neumáticos, así como los pasos de rueda. Piensa que no sirve de nada limpiar el coche si en cuanto vuelvas a ponerlo en marcha las propias ruedas ‘disparan’ con su movimiento sal contra la carrocería…
Utiliza pistola de agua a presión y, sobre todo, ¡no frotes!
La mejor forma de eliminar la sal es con una pistola de agua a presión. No utilices un paño para frotar ya que rallarías la pintura, y, como suele decirse, sería peor el remedio que la enfermedad… La idea es que la sal que se ha quedado adherida a tu coche se diluya y abandone la carrocería sin causar más daños.
En el caso de que el lavado a presión sea insuficiente en algunas zonas, utiliza agua y jabón con un paño muy suave y, como decíamos, sin frotar.
¿Vives y conduces por zonas de climatología fría? Con ayuda de estos consejos estarás protegiendo la carrocería de tu coche.
Pero recuerda que cualquier pequeño golpe o daño que sufra la chapa o la pintura de tu coche debe ser reparado de inmediato especialmente en casos como el tuyo, ya que el contacto de la sal con el metal dañado o desnudo podría provocar un cuadro de oxidación grave. Por suerte, seguro que hay un taller CertifiedFirst muy cerca de ti: sus profesionales especialistas en chapa y pintura del automóvil dejarán tu coche como nuevo en tiempo récord. Además, puedes consultar tu presupuesto de pintar el coche antes de pedir cita: prueba la calculadora virtual de CertifiedFirst y descubre cómo.