Los coches de la tele nos encantan porque rescatan nuestros más tiernos recuerdos y a veces la más abierta sonrisa al recordar cómo eran las cosas y cómo éramos en épocas pasadas.
El personaje ficticio de la Pantera Rosa (The Pink Panter) lo conocimos en el cine, de la mano de afamado director Blake Edwards. En la película, titulada ‘La Pantera Rosa’ ella era un diamante (y por extensión el ladrón ‘de guante blanco’ que se hacía con ella), pero cobró vida gracias al animador Friz Freleng (responsable, entre otros, del canario Piolín, el gato Silvestre, el ratón Speedy Gonzales…) quien realizó animaciones para los créditos de inicio y fin del largometraje.
Y ése fue el verdadero nacimiento de la Pantera Rosa como personaje de ficción animado. Freleng trabajó bajo tres premisas: el personaje debía ser mudo, gracioso y, como no, de color rosa.
A partir de ahí, se realizó un corto de animación protagonizado por la Pantera Rosa y que hacía las veces de episodio piloto para la futura serie de dibujos animados que todos recordamos. La Pantera Rosa, El Show de la Pantera Rosa, El nuevo Show de la Pantera Rosa… diferentes títulos y diferentes enfoques para una divertida serie de animación que nos ha acompañado desde 1964.
El personaje y la serie en general no estaban exentos de excentricidades… y una de esas excentricidades, quizás la más exquisita, era el coche de la pantera rosa.
Nos referimos al Panteramóvil creado específicamente para El show de la Pantera Rosa, que fue emitido por la cadena norteamericana NBC a partir de 1969 y hasta 1976.
El diseño original es de uno de los grandes: Jay Ohrberg, customizador de automóviles muy famosos de cine y televisión, como El coche fantástico, el Delorean de Regreso al Futuro, el Gran Torino de Starsky y Hutch…
El vehículo se construyó sobre el chasis de un Oldsmobile Toronado de los 60 que sienta las bases de su largura. Porque el Panteramóvil es largo, muy largo (más de 7 metros) y muy bajo. Sus formas afiladas, su puerta que se abría hacia el suelo, su ausencia de techo y su pintura de color rosa chicle lo hacen sin duda inolvidable. El interior no era para menos: dominado por el color rosa, disfrutaba de comodidades como teléfono, televisión, mini bar y hasta cámara de seguridad.
El famoso vehículo de la Pantera Rosa, que no es apto para la circulación en carretera, ha sido subastado con éxito en dos ocasiones. La primera vez fue en 2007, cuando su creador, el propio Jay Ohrberg, decidió deshacerse de él. La segunda vez fue en 2011 y han sido sus actuales dueños quienes se han ocupado de realizar la restauración del coche con los resultados que podemos ver en imágenes.
