Es una típica estampa familiar. Hay un evento familiar o una comida y un familiar va delante con su coche indicando a otro familiar – que va al volante de su propio coche – el camino hasta el restaurante.

De pronto, un semáforo en ámbar y el primer conductor frena cuando su familiar estaba acelerando para que también le diese tiempo de pasar. ¡Golpe de chapa! Es un ejemplo concreto, pero algo parecido ha pasado o pasará hasta en las mejores familias. Haz memoria: seguro que conoces algún caso. Quizás un golpe al aparcar, una rozadita en una maniobra cerca de la casa de veraneo conjunta…

El problema es que para prácticamente todas las aseguradoras un golpe de chapa entre familiares es un fraude y no se harán cargo de los daños.

Esto es así cuando se produce un golpe entre un asegurado y su cónyuge o familiares hasta el tercer grado de consanguinidad (padres, hermanos, hijos, abuelos, tíos, sobrinos).

En ese caso, aun cuando estés asegurado, aun cuando la póliza sea a todo riesgo tu compañía aseguradora no se hará cargo del coste de la reparación por los daños del golpe de chapa.

Así que ya lo sabes: mucho cuidado con los golpes de chapa en eventos o quedadas familiares. Y si has tenido la mala fortuna y necesitas hacer una reparación de chapa y pintura confía en la profesionalidad de la red de talleres expertos en chapa y pintura de CertifiedFirst.