Que levante la mano quien no tema a las columnas de los garajes o parkings. A quien le sea indiferente la presencia de bolardos en las aceras. Son los talones de Aquiles de los automovilistas menos hábiles en las maniobras de aparcamiento. Y, ¿quiénes son ellos? Pues un estudio elaborado por Unespa, patronal del seguro en nuestro país, ha analizado todos los siniestros de daños propios comunicados por los automovilistas a sus compañías aseguradoras para conocer su perfil. En otras palabras, ha examinado aquellos golpes que nos damos nosotros mismos, sin que intervenga nadie más… salvo, quizás, la dichosa columna o el dichoso bolardo.
El eterno debate: ¿quién es más torpe aparcando?
Con los datos en la mano, hay dos factores clave.
El primero, como es lógico, la experiencia. Cuanto más joven es el conductor o conductora y menos experiencia tiene al volante, mayor es la propensión a tener esos pequeños golpes de chapa.
El segundo, el género. Mientras que la siniestralidad de las mujeres se modera a medida que adquieren experiencia en la conducción (y el aparcamiento), no ocurre lo mismo con los hombres.
La estadística lo deja claro: los peores automovilistas aparcando son hombres entre 18 y 40 años. Y no sólo por el número de siniestros que ellos protagonizan; resulta que, además, los incidentes son más graves y suponen reparaciones de chapa y pintura más costosas.
¿La conclusión? Los jóvenes tienen más problemas de golpes en la calle y en garajes. La situación se estabiliza cuando tienen unos diez años de carné, a la edad de 28 años, en la que hombres y mujeres están a la par en cuanto a número y gravedad de siniestros.
A partir de los 35 años, en cambio, hay un repunte en la gravedad que se explicaría porque los vehículos que se conducen a esa edad tienen un valor mayor y, por tanto, las visitas al taller significan un costo también mayor.
En cuanto a las mujeres, hay un repunte de siniestralidad a partir de los 40 años cuya razón podría ser que las madres dejan su vehículo a sus hijos durante sus primeros años de carné.
Hay que tener en cuenta que las conclusiones de este estudio están condicionadas porque el informe se basa precisamente en los golpes que se han comunicado a las compañías aseguradoras; es decir, quedarían fuera de este estudio los percances no hayan producido daños y los incidentes que el automovilista no ha comunicado al no tener cobertura de daños propios… Y, según los datos que maneja Unespa, el porcentaje de vehículos que cuenta con pólizas a todo riesgo sin franquicia en España es de un 27%.