Según estimaciones de la patronal de seguros, Unespa, en 2015 se habrían tramitado unas 306.000 reclamaciones fraudulentas, cuyo impacto económico habría sido de 550 millones de euros.
En ese escenario, el seguro de automóvil sigue siendo el protagonista: una vez más, es el ramo de seguros que más intentos de fraude habría registrado. Se estima que el 5,35% de los partes serían falsos y además supone el 52% de los importes reclamados de manera fraudulenta, es decir, unos 289,9 millones de euros.
Relacionado: ¿Cuándo y dónde estafamos más al seguro?
¿Cuáles son las argucias y tretas más habituales para tratar de engañar a la compañía aseguradora? Dos son las “técnicas” más habituales.
Por un lado, tras un accidente, realizar una falsa reclamación por daños corporales, bien por haberse inventado directamente unos daños inexistentes, bien por exagerar las lesiones sufridas (es decir, hacer que parezcan más graves de lo que son).
Por otro lado, respecto a los daños materiales, los fraudes más frecuentes son desde fingir un golpe con otro coche para cobrar el seguro a engordar el parte de daños tras un siniestro con daños que se habían producido quizás previamente al golpe.
Pero no falta imaginación en esto del fraude al seguro. Y eso que es algo minoritario: según las propias compañías aseguradoras en realidad son colectivos minitoritarios quienes lo practican.
Para muestra un botón: la compañía Línea Directa descubrió una red de estafadores especializada en fingir atropellos en la ciudad andaluza de Sevilla. El sistema podía parecer infalible, pero los delincuentes cometieron un error imperdonable que llevó a su captura: utilizaron el mismo teléfono de contacto en diferentes partes…
¿Comprar un coche prácticamente desguazado para fingir un accidente de tráfico y cobrar la indemnización? Otro ejemplo, esta vez en Asturias. Un hombre compra un coche declarado siniestro total por 2.400 euros tan sólo para tirarlo por un terraplén y fingir que había tenido un accidente y que su coche (que afirmó valía 21.000 euros) había quedado destrozado. ¿Qué le delató? Viendo el estado del vehículo la aseguradora no se creyó que el automovilista había salido sólo, por sus propios medios, de semejante amasijo de hierros… sin un solo rasguño…
¿Quieres ver más intentos de fraude curiosos? Aquí te contamos los que destacaron el año pasado.
Y si el fraude no es lo tuyo pero sí tienes que hacer una reparación de chapa y pintura del automóvil localiza tu taller CertifiedFirst más cercano. Somos expertos en chapa y pintura del automóvil, conócenos.