Hoy es bastante popular que un vehículo cuente con aluminio en su carrocería, en mayor o menor medida. Nos han contado muchas veces sus ventajas (sobre todo su ligereza), pero ¿sabías que el primer automóvil con carrocería íntegra de aluminio se fabricó en 1954 en Francia?
La historia del motor sitúa a uno de los primeros prototipos de automóvil con estructura de aluminio en Noruega. Corrían los años 30 y fue un proyecto de Hans C.Bjering. Aunque sólo llegaron a construirse unos pocos prototipos, ha pasado a la historia como uno de los primeros precursores.
Hay que avanzar hasta los años 50 para encontrarse con el Panhard Dyna. En realidad el primer modelo fue presentado en el año 1946, pero el que nos interesa, el Dyna 54, fue presentado en el Salón de París de 1953 con sustanciales mejoras.
Una empresa pionera
Nacida en 1887 como Panhard et Levassor, en el origen de esta compañía está la carpintería y la fabricación de muebles. ¿Sabías que fue Panhard quien registró el invento del chasis? Fue en el año 1895 cuando registraron la idea de la estructura que soporta toda la carrocería y mecánica del coche. Esto da buena muestra del carácter de esta empresa que se caracterizaba por sus vehículos de lujo, de calidad y avanzados.
Lástima que, pese a todo, la empresa acabó por desaparecer, integrándose en Citröen.
El Dyna
Bautizado así en referencia a su vocación aerodinámica (de dynamic), era un vehículo bastante avanzado para su época, algo que encajaba perfectamente con la filosofía de Panhard. La carrocería del Dyna 54 era íntegramente de aluminio y además estaba soldada sobre un chasis del mismo material. No sólo eso: su aerodinámica carrocería había sido estudiada en el túnel de viento del Instituto Aeronáuto de Saint Cyr. El coche contaba con un motor de dos tiempos de 850cc y superaba los 130 km/h. Su peso era de tan sólo 629 kilos y podía llevar hasta a seis personas.
Sin embargo, pese a que la utilización el aluminio estaba muy integrada en la cultura empresarial de Panhard lo cierto es que poco a poco, y cada vez más, se introdujo el acero en la fabricación de las carrocerías como medida de ahorro de costes. En pocos años el aluminio había desparecido prácticamente de las carrocerías.
Salvo aplicaciones esporádicas, hubo que esperar a que Audi lo trajese de vuelta a la industria de la automoción.