¿Te da frío sólo de pensarlo? Pues hay quien lo ha pensado. Es más, ¡hay quien lo ha hecho! Cosas de los canadienses.
Con fines publicitarios, eso sí. Pero no pienses por ello que el cochecito en cuestión (camioneta en realidad) es una mera escultura de hielo. Nada más lejos de la realidad, porque el coche ¡funciona!
Todo empezó en Texas, donde a un pobre Chevy Silverado le quitaron la cabina y la carrocería. Además hicieron ajustes en sus dimensiones para que fuese más “amigable” de cara a la operación “carrocería de hielo”. El vehículo regresó entonces a Canadá, donde le esperaban nada más y nada menos que unos 5.000 kilos de hielo para fabricar una increíble carrocería helada (de hecho, una de las modificaciones fue añadirle un armazón de acero a prueba de semejante cantidad de hielo). Pero lo que de verdad nos ha dejado helados es… ¡la temperatura que marca el termómetro de la foto!
Todo el proceso ha sido documentado, así que no sólo es posible ver la camioneta en el anuncio. ¡Hasta su muerte fue grabada! Y es que una vez hizo su servicio dejaron que la carrocería de hielo se derritiese. ¡Y tardó la friolera – nunca mejor dicho – de 40 horas en hacerlo!
Aunque, ya puestos a experimentar, nos habría gustado ver un trabajo de pintura sobre esta carrocería de hielo. ¿Qué color le quedaría mejor? ¿Cómo podríamos conseguir los resultados de mayor calidad y más duraderos? En CertifiedFirst nos gustan los retos y el trabajo bien hecho. ¿Quieres comprobarlo? Encuentra tu taller Certi en nuestro buscador de talleres de chapa y pintura y pide cita. ¡No te arrepentirás!