Existen diferentes factores ajenos a nuestro control que pueden provocar daños en la pintura del coche.  ¿Sabes cuáles son? Porque conocerlos es clave para evitar riesgos y minimizar los posibles problemas…

La climatología

Pues sí, la pintura es sensible al parte meteorológico…. Humedad, sal, rayos ultravioletas, frío, calor… todos estos factores pueden dañar la pintura en múltiples formas (pérdida de intensidad de color, óxido, corrosión…). Intentar que el coche esté expuesto a estos agentes lo menos posible y protegerlo con una capa de cera nos ayudará a mantener la pintura en buen estado más tiempo.

Pequeños impactos

Polvo, arena, pequeñas piedras, grava… parecen inofensivos, ¿verdad? ¡No lo son! Sus impactos a gran velocidad contra la pintura pueden deteriorarla.

Túneles de lavado

Ya sabemos que son muy prácticos y rápidos, pero sus rodillos pueden arañar la pintura. Cosa que también podemos hacer nosotros al lavar el coche si no usamos productos adecuados. ¿Lo mejor? Paños de microfibra, usar agua abundante y champú específico para la carrocería.

Los garajes

Otro clásico. ¿Quién no ha rozado alguna vez su coche contra alguna columna en un garaje? ¿Y qué hay de los garajes de los centros comerciales? Sin duda, una prueba de fuego para las carrocerías… ¡y para la habilidad de los conductores!

La naturaleza

En la naturaleza encontramos grandes enemigos de la pintura del coche: resina de los árboles, excrementos de pájaros, polen, hojas… Si dejamos que estos elementos “reposen” demasiado sobre la carrocería acabarán dejando manchas que no podremos eliminar… Incluso pueden favorecer que aparezca la corrosión. Por suerte, en este caso la solución es sencilla: limpiar, limpiar ¡y limpiar!

Y ahora que conoces todos los factores que pueden estropear la pintura de tu coche, ya lo sabes: ¡más vale prevenir que curar! Pero si ya es demasiado tarde para tu automóvil, encuentra tu taller Certi en nuestro buscador de talleres de chapa y pintura y devuelve a tu coche su esplendor. ¡Te esperamos!