“¡Cómo hemos cambiado!”, podría decirle un automóvil de los de la “primera hornada” al “coche del futuro” del que te hablábamos aquí, si se encontrasen. Y es que, mientras ahora hablamos de carrocerías “cambiantes”, que se adaptan a las circunstancias, los primeros automóviles tomaban como referente a los tradicionales coches de caballos e imitaron sus formas.
De hecho, los carroceros del siglo XIX eran los mismos que habían estado produciendo (y quizás seguían produciendo) los carruajes de caballo. Un paso natural, pero que hizo que, en un principio, las carrocerías no evolucionasen al mismo nivel que la mecánica del automóvil. Los carroceros jugaban con la estética, sí, pero no se pensaba demasiado en la aerodinámica. Así que el chasis y el interior de aquellos primitivos automóviles eran de madera… Y lo fueron durante un tiempo tiempo.
Pero poco a poco la madera fue dejando hueco a otros materiales. De hecho, la primera gran innovación en lo que a carrocerías se refiere fue incluir largueros de chapa de acero para formar el chasis en lugar de largueros de madera. El automóvil fue vistiéndose de manera paulatina de chapa laminada: hacia 1912 la estructura continuaba siendo de madera, pero revestida por chapas de acero casi por completo.
Hasta 1927 no encontramos la primera carrocería fabricada por entero a partir de una estructura de acero (aunque tenía refuerzos de madera), pero pocos años después ya era la tendencia general en todos los fabricantes hasta el siguiente hito en la historia de las carrocerías: el primer vehículo con carrocería autoportante, completamente fabricada con chapas de acero y sin elementos de madera. Este vehículo recibió el nombre de Traction Avant y lo firmaba Citröen.
Aquellos primeros vehículos de madera parecen ahora muy lejanos, aunque conservan todo su encanto. De hecho, hoy la utilización de madera en los acabados e interiores suele ser símbolo de estatus y lujo. Incluso, tal como te contábamos aquí, hay quienes proponen que vuelvan a ser fabricadas en madera. A base de bambú, concretamente.
¡Esta constante evolución parece no tener fin! Lo que sí tiene fin, si tu quieres, son las imperfecciones de tu automóvil. ¿Dónde? En la red de expertos en chapa y pintura CertifiedFirst. Localiza el taller más cercano en nuestro buscador.