Este dudoso honor se le suele atribuir al Ford Edsel, considerado uno de los mayores fracasos que se hayan visto en la industria automovilística… y uno de los coches más feos jamás diseñados. Ocasionó más de 250 millones de dólares en pérdidas a principios de los años 60… Pero hoy es un vehículo muy interesante para la mayoría de coleccionistas. Ironías de la vida.

¿Realmente era para tanto? Lo cierto es que el coche, concebido como un vehículo grande y lujoso, nunca caló entre el público estadounidense, donde se produjo en un breve intervalo de tres años.

Para empezar, su parte delantera era criticaba con el argumento de que parecía un collar de caballo. ¡Ahí es nada! El nombre tampoco fue muy acertado. En realidad, el nombre era un homenaje al hijo de Henry Ford, que sí, se llamaba Edsel. Sin embargo, los agudos automovilistas pronto hicieron bromas y juegos de palabras con el nombre, al que encontraban “parecidos” con palabras como weasel (que significa comaderja) y dead cell (que significa batería muerta).

Las campañas de marketing y publicidad no lograron los objetivos deseados

Pero la cosa fue aún peor. Y es que más allá del aspecto meramente estético, resulta que la funcionalidad del coche era, cuando menos, discutible… El automóvil presentaba problemas con la batería (sí, tenía tendencia a descargarse… lo que nos hace comprender mejor la broma sobre el nombre…), las puertas cerraban con dificultad y el capó abría cuando le apetecía , las transmisiones se rompían, los frenos fallaban, tenía poca potencia y consumía demasiado, incluso para la época…

El triste final que tuvieron la mayoría de estos coches

En fin, todo un cúmulo de circunstancias que lo convirtieron en un fracaso andante. Aunque hay quien dice que simplemente su estética era demasiado «diferente» para los gustos de la época…  Quién le iba a decir al Ford Edsel que 50 años después sería “carne” de coleccionista. Ya se sabe el dicho… Quien ríe el último, ríe mejor. Y seguro que los cerca de 6.000 Edsel que quedan por ahí y sus propietarios están de lo más contentos.

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