Nuevo capítulo sobre los logos de las marcas de coches y sus historias. Para esta entrega hemos reservados los logos construidos con letras o el nombre de la marca, ¡que no son pocos!
Volkswagen o “el coche del pueblo” parece tener sus orígenes en las políticas de Hitler, que buscó mediante concurso un vehículo sencillo, que pudiese estar al alcance de todos (curiosamente, más o menos el mismo principio que movía a Henry Ford). Según se dice, el diseñador encargado construyó el logo jugando con las iniciales de Volks y Wagen, es decir, la V y la W. Al principio, para darle carácter político, al primer logotipo, de 1939, se le colocaron una especie de banderas despegadas a su alrededor, aunque no tardaron mucho en simplificarlo, sustituyendo las banderas por una suerte de engranaje. Tras la II Guerra Mundial el logo fue nuevamente simplificado y se le quitó el engranaje, dejando sólo el juego de VW dentro de un círculo, que es más o menos como lo conocemos. No obstante, en el año 2.000 se rediseñó de nuevo con toques 3D y brillos para adaptarlo a los nuevos tiempos.
Uno de los logos que más polémicas ha despertado es el de Volvo, aunque a simple vista parece de lo más sencillo: un círculo y una flecha que enmarcan el nombre del fabricante. ¿Por qué de esta polémica? Porque hay quien ha cree ver en el logo el símbolo del género masculino y ha acusado a la marca de machista. Por lo que parece la historia del logo de Volvo es bastante más profunda. De hecho, bastante más mitológica: es una representación abstracta del dios Ares / Marte, dios de la guerra, y, que solía representarse con un escudo protector redondo (el círculo) y un arma de hierro (la flecha). En otras palabras: fuerza, poder y resistencia, que son los valores que Volvo quiere transmitir en sus automóviles. Recientemente han hecho además un lavado de cara a su logotipo.
Si nos quedamos con círculos que rodean el nombre de la marca, el siguiente de la lista está bastante claro: Nissan. Su historia comienza a principios del siglo XX de la mano de Kwaishinsha Co., una fábrica de automóviles. No fue hasta 1928 que el nombre de Nissan empezó a usarse como abreviatura de un holding de empresas Nippon Sangyo (que viene a significar Industrias Japonesas).
Nos quedamos por tierras japonesas y encontramos un logotipo que es en realidad una auténtica síntesis. Hablamos de la T de Toyota, formada a partir de tres elipses. Estas elipses representarían tres conceptos: cliente, producto y globalidad. Como curiosidad, cabe destacar que el logo está concebido de forma que todas las letras que forman Toyota se integran en la composición de elipses, como se ve en la imagen.
Regresamos a tierras europeas de la mano de BMW. No sólo han creado campañas publicitarias memorables, sino que han mostrado siempre una gran preocupación por mantener en forma su logotipo, que sufrió ligeras modificaciones hasta llegar al logo actual, que está fechado en el año 2.000, al igual que el de Volkswagen, y que fue rediseñado también conforme a los cánones estéticos actuales. Su forma básica no ha cambiado: un círculo negro con las siglas BMW y en su centro otro círculo más pequeño dividido en cuatro partes. Lo que más ha cambiado es sin duda la parte tipográfica, pero su esencia permanece intacta: una combinación de los colores de la bandera de Baviera, formada por cuadros blancos y azules, y el logo de Rapp, la empresa fabricante de motores de avión, que fue el germen de BMW.
En este vídeo (en inglés) nos cuentan la historia del logo: