¿Has oído hablar alguna vez de la fordita? También conocida como fordite (en inglés), ágata del motor o ágata de Detroit se trata de piezas de pintura de automóvil endurecida que son cortadas y pulidas para la creación de gemas y unas curiosas joyas. Viéndolas nadie lo diría, ¿verdad?

Antiguamente, los coches eran pintados a mano y se acumulaban grandes capas de pintura desperdiciada que, con el tiempo y la exposición a altas temperaturas, acababan por convertirse en enormes y duras piedras artificiales de colores. Circula la leyenda de que los trabajadores de la planta de Ford de Detroit se llevaban trozos de estas piedras a casa para regalárselos a sus mujeres. Y de ahí vendría el nombre de Fordite, aunque, como decimos, es más bien una leyenda.

La cuestión es que en la actualidad el fordite causa furor en los ámbitos artesanales por su carácter eco-friendly y por su curioso pasado. Son piedras fáciles de cortar y pulir y muchos artistas artesanos las utilizan para hacer gemas y joyas. Además, según los colores que presente es posible saber de qué época data: negro y marrón eran los mayoritarios en los años 40 y 50, mientras que a partir de los años 60 se abrieron paso las lacas de colores.

Debido a las nuevas técnicas de pintado de vehículo, que no desperdician pintura, y a que el fordite está presente en una cantidad finita, las piezas realizadas con este material son relativamente caras, además de muy características a nivel estético.

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