Continuamos con la historia oculta tras los logos de algunas marcas de coches y hoy va de animales la cosa. No pocas marcas cuentan con un bello animal como símbolo, dejando atrás la historia de la serpiente devorahombres de Alfa Romeo (de la que os hablamos aquí).
Comenzaremos por el caballo, ese magnífico animal cuyo protagonismo en el transporte fue desbancado por el tren y el automóvil. El caballo, que es el famoso emblema de la famosa escudería Ferrari. ¿Pero sabías que el origen del logo de Ferrari está en un avión? Guerra, honor y potencia se unen en esta historia. Y es que el conocidísimo “cavallino rampante” tuvo como primer hogar los aviones de combate del malogrado noble italiano Franceso Baracca durante la Primera Guerra Mundial. Baracca consiguió múltiples victorias por las que se le consideró un héroe nacional, pero desafortunadamente falleció en misión de combate poco antes de que acabase la guerra. Después de su muerte, e impresionada por Enzo Ferrari, la condesa Paolina, madre de Baracca sugirió que la casa utilizase el “cavallino rampante”, el símbolo de su hijo, en los coches de competición para que les diese buena suerte. Ferrari adoptó en seguida la idea, aunque realizó algunos cambios estéticos. Por ejemplo, el caballo original era de color rojo, pero el de Ferrari se pintó de negro en señal de luto por los aviadores perdidos en la guerra. Además, le añadió un fondo amarillo, color de Módena, su ciudad natal. El dibujo del caballo tampoco es exactamente igual al de Baracca: el detalle más significativo es que en el caballo de Ferrari la cola apunta hacia arriba y en el original lo hacía hacia abajo.
En la insignia de Porsche aparece también otro caballo encabritado. De hecho, muy parecido al de la propia Ferrari. En su conjunto, el símbolo de Porsche es la suma de dos escudos: el escudo de armas de Württemberg (con astas de ciervo) y el escudo de Stuttgart (con el caballo). Parece que es Stuttgart el nexo de unión entre Ferrari y Porsche, ya que el aviador Baracca se habría inspirado en el caballo dibujado en un avión alemán para incluir su propio cavallino en su avión. Caballo que luego Ferrari tomó y de ahí el parecido. En cualquier caso, el emblema de Porsche apenas ha cambiado en todos estos años de vida de la marca.
Abandonamos los caballos por algo un poco más “salvaje”. ¿Lo adivinas? El caso de Jaguar Cars es especial porque además de tener un animal como símbolo, ha tomado de él su nombre. Tanto es así que el propio Sir William Lyons, fundador de la casa, era conocido como Mr. Jaguar. En inicio Lyons fundó una compañía llamada Swalow Sidecar. Pero las siglas SS suponían un problema a consecuencia de lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial. Lyons tenía claro que quería un nombre vinculado a un animal que representase fuerza, velocidad y potencia. Y como uno de sus coches, el SS90, era apodado “jaguar” se decantó finalmente por ese nombre y símbolo para su empresa: un jaguar que salta de forma agresiva. ¡Toda una declaración de intenciones!
Otro animal lleno de poderío es la insignia de Lamborghini. El logo representa un poderoso toro dorado durante la embestida. «Adoro al toro, al Miura; es el más noble de los animales y el más díficil de derrotar, un verdadero campeón». Esta frase atribuida a Ferruccio Lamborghini explicaría el origen del símbolo por la afición del fundador de la casa por la tauromaquia. De hecho, muchos modelos de Lamborghini tienen mucho que ver con el mundo taurino: Miura, Islero (el toro que mató a Manolete), Espada…
Los coches de Peugeot lucieron desde el principio al famoso león, aunque en sus inicios el logotipo era un león sobre una fecha. El emblema ha sufrido múltiples transformaciones hasta adquirir su aspecto actual, pero su presencia siempre ha tratado de transmitir los valores de fuerza y calidad.